Zona: Mar Mediterráneo
Este espinoso y excéntrico pez pertenece a la familia de los Scorpaenidae, especie que forma parte de la lista de peces venenosos del Mar Mediterráneo. Su cuerpo es robusto, desproporcionado y pequeño, su cabeza es grande y sus ojos enormes.
Su nombre se deriva de esa particular forma que tienen sus espinas dorsales, semejantes al aguijón de un escorpión. Su veneno es usado como autodefensa y no para atrapar sus presas. El contacto con este puede provocar hinchazón, dolor y fiebre. El veneno no es mortal aunque sí puede ser peligroso para los niños.
Está recubierto parcialmente de escamas que destellan colores rojizos, pardos, amarillentos y blancos. Le gusta posarse en los fondos rocosos y praderas arenosas para acechar a sus presas.
Se encuentra en el Atlántico, en un recorrido que va desde Gran Bretaña hasta Marruecos. También es posible verlas en el Mediterráneo y en el Mar Negro a profundidades comprendidas entre 30 y 300 mts. Los ejemplares más jóvenes viven en aguas más someras, siempre solitarios y dentro de cuevas o en rocas.
Su cuerpo rechoncho puede llegar a medir como máximo 18 cm, rara vez un poco más. La mayoría de las veces se han pescado ejemplares con medidas desde 12 a 15 cm. Suelen pesar entre 150 a 250 gramos.
Su dieta está compuesta a base de crustáceos, moluscos y pequeños peces, como gobios, blenios y otros invertebrados. Este astuto pececito adapta su colorido cuerpo al fondo donde se encuentra para camuflarse y así capturar fácilmente su comida.
Las escorporas son peces de poco interés comercial, su peso, medidas y aspecto lo hacen poco atractivo para ser pescado. No obstante su carne es blanca, jugosa y muy firme. Así que las capturas tradicionales se hacen con caña, sedal, arpón, palangres, nasas y trasmallos.
Este acontecimiento puede ir desde los meses de junio hasta finales de agosto. Los ejemplares se unen para poner sus huevos en el agua como masas flotantes gelatinosas que posteriormente darán vida a 100 o 200 larvas de S. Nonata, aproximadamente.
Aunque su aspecto no es uno de los más llamativos, es pequeño y muy ligero, su carne blanca es consumida en sopas, cruzados, pasteles salados a la plancha y demás preparaciones culinarias.
La escorpora es poco visible en las costas, ya que su producción es escasa y pescarlos requiere de oportunas medidas de seguridad para evitar pincharse con sus venenosas espinas.
El precio por kilogramo de la familia Scorpaena en las pescaderías va desde los 36,90€ a los 44,28€ por kg aproximadamente. Degustar un exquisito plato de esta carne es un privilegio, tanto por su sabor así como por su exclusividad. Capturarlo es una rareza entre los pescadores.