Otros nombres: Budión
Zona: Mar Mediterráneo
El Coris julis es un pez conocido por su belleza y variedad de colores. Tiene un cuerpo alargado y delgado, con una cabeza curvada en la punta. Posee una boca reducida con dos filas de dientes filosos, inclinados hacia afuera.
Su aleta dorsal tiene espinas de distintos tamaños que utilizan como arma de protección. No tienen escamas en la aleta lateral ni en la cabeza. Según su sexo varía en color: las hembras son anaranjadas y los machos verdosos.
Es un pez que se puede encontrar en las profundidades del Mar Mediterráneo y Océano Atlántico oriental. Es una especie ovípara que habita entre 50 a 120 metros de profundidad del mar. Suelen estar en zonas con rocas salinas y algas. Se encarga de limpiar las impurezas del mar y por la noche suele ocultarse en la arena.
Tienen un dimorfismo sexual, en su edad adulta pueden medir hasta 25 cm de largo y alcanzar un peso de hasta 500 gramos. Los Coris Julis Doncella hembra suelen ser más pequeños que los machos.
Su alimentación se basa en pequeños gasterópodos, crustáceos, gusanos y moluscos. Las hembras suelen buscar el alimento en grupos, mientras que el macho se alimenta solo. Encuentran su comida en la arena, piedras, erizos y algas.
Particularmente el Coris Julis Doncella es un pez muy pequeño, difícil de pescar. Se come las carnadas de los pescadores sin caer en la trampa debido a su tamaño reducido. Si se desea atrapar, se necesita un equipo submarino para entrar en las profundidades del mar.
Su reproducción se presenta mediante el hermafroditismo. Al llegar a cierta edad, las hembras cambian de sexo, esto se visualiza principalmente en un cambio de color. Suelen reproducirse entre los meses de abril y agosto.
El Coris Julis Doncella macho hace movimientos con sus aletas para atraer a la hembra. Luego ambos se colocan de forma vertical y liberan el esperma y huevos. Las larvas pueden durar de 26 a 45 días para nacer.
A pesar de ser un pez con gran atractivo físico, no posee ningún valor comercial. Pueden ser pescados para acuarios o peceras. Aunque no son venenosos, consumirlos sería bastante difícil por su pequeño tamaño.