Otros nombres: Gallineta, cabracho, rascacio
Zona: Mar Mediterráneo
El cabracho, conocido también como escórpora o rascacio, es una especie de tamaño mediano que habita en el fondo marino, sobre la arena o sustratos duros. Tiene un color de piel cambiante que se adapta a su entorno y le permite camuflarse para atrapar a sus presas. Suele ser de color rojizo, rosado o marrón con manchas oscuras o amarillas.
Tiene una cabeza grande cubierta de espinas, con la mandíbula inferior más larga que la superior, ojos de gran tamaño y espinas venenosas sobre sus aletas dorsales.
Su carne es apreciada y está considerada como una delicia gastronómica, por lo que es una especie que se pesca y comercializa.
Este pez abunda en el Mar Mediterráneo, en parte del Atlántico y en algunas zonas del Océano Índico.
Es una especie solitaria, de hábitos nocturnos que prefiere pasar el día inactivo entre las rocas o en la arena del fondo marino y salir a cazar de noche.
Habita tanto en aguas profundas como poco profundas. Se puede encontrar de 10 metros a más de 200 metros de profundidad.
El rascacio es un pez mediano y pesado que puede medir de 30 a 60 centímetros y pesar de 1,5 kg a 3 kg, aunque este último peso es poco común.
Una característica interesante de su cuerpo es que sobre su piel se adhieren algas, por lo que debe realizar una muda cada dos semanas.
Su dieta se compone de moluscos, peces pequeños, crustáceos e invertebrados.
Cualquier tipo de cebo funciona para esta especie. Puede utilizarse desde sardinas, cangrejos, calamares, moluscos o gusanos. Cuanto más grande sea el cebo, mejor, ya que hay más posibilidades de que pique el anzuelo. Tiene una boca de gran tamaño que es capaz de engullir presas medianas.
Las técnicas que se suelen utilizar son la pesca de arrastre con trasmallos o palangres, o pesca de fondo con dos anzuelos.
Se reproduce a finales de primavera y principios de verano, entre mayo y agosto.
La hembra pone unos 200.000 huevos que forman una pequeña masa gelatinosa que vive en el plancton hasta que eclosionan y se convierten en larvas.
Su carne es muy valorada en la gastronomía y se puede preparar de distintas formas, la variedad de platos y recetas es amplia. Las preparaciones más populares incluyen el pastel de cabracho, guisado, al horno, en sopa, a la plancha, cocido, entre otras especialidades.
Se puede conseguir en mercados locales o pescaderías comerciales. Su precio ronda los 16 euros por kilo.