Zona: Mar Mediterráneo
Oculto en las playas se esconde el pez Poda. Y aunque no es fácil detectarlo a simple vista, con un ojo entrenado puede verse, especialmente durante la práctica de pesca submarina.
La poda pertenece al orden Pleuronectiforme, más concretamente a la familia Bothidae. Su principal característica morfológica es el espacio intraocular y una aleta ventral derecha que es mucho más corta en comparación a la izquierda, así como escamas pequeñas.
Las podas pueden encontrarse en el Mar Mediterráneo y en el Adriático. También es posible verlo en la zona del Océano Atlántico en las costas de Canarias, Mauritania, Madeira, Angola y Cabo Verde.
Suele ser un pez curioso, por lo que con frecuencia se acerca a otros peces e incluso buzos que se acerquen a su hábitat. Sin embargo, cuando se crían en acuarios no es prudente que estén con otras especies más agresivas.
Su tamaño promedio es de 25 a 28 centímetros pero puede alcanzar una longitud máxima de 45 y un peso de 700 gramos.
Una característica particular de esta especie es que puede cambiar de color la parte superior de su cuerpo para camuflarse con el lecho marino y pasar desapercibido.
Estos peces tienen una dieta a base de pequeños moluscos y algunos crustáceos, aunque también pueden comer gusanos o invertebrados.
La mejor técnica para obtener una pesca efectiva es por medio de anzuelos situados directamente sobre el lecho en el cual se ubican los peces.
El periodo de reproducción comprende los meses de mayo hasta agosto. Durante esta temporada, el macho inicia un ritual de cortejo en el terreno de la hembra que concluye con el apareamiento. A su vez, la hembra suele preferir el apareamiento con el macho dominante.
En cuanto al proceso de fecundación, esta se desarrolla en el agua para posteriormente dar paso al periodo larvario hasta que las podas se desarrollan por completo. Aunque se desconoce el número exacto de huevos que pone cada hembra, se estima que pueden ser varios miles e incluso millones.
Su carne es comestible y con buen sabor, aunque no es un plato que goce de mucha popularidad. Se consume más que todo en Cádiz, donde también se conoce coloquialmente como tapaculos por su forma plana. Suele cocinarse frito con sal y pimienta, especialmente en invierno.