Zona: Mar Mediterráneo
Con su color plateado y distintivas franjas negras verticales y anchas, los sargos reales son los tipos más grandes de la familia Espáridos porque llegan a medir hasta 55 cm de longitud.
Nadan hasta 80 metros de profundidad en los fondos rocosos de las costas orientales del Océano Atlántico.
Los sargos reales son una especie litoral marino subtropical que viven entre 30 y 80 metros de profundidad. Pueden llegar hasta 300 m en estuarios, y arrecifes del Golfo de Vizcaya, el Estrecho de Gibraltar, Madeira y las Islas Canarias, en zonas de difícil acceso para la pesca.
Los más jóvenes circulan en el mismo hábitat que los Diplodus sargus y algunos adultos descienden hasta 100 metros de profundidad. Es el tipo más escaso.
El cuerpo ovalado y alargado del sargo real mide entre 20 y 55 cm de largo y puede llegar a pesar hasta 5 kilos. De hecho, este es posible que sea el ejemplar más grande de la familia de los espáridos.
Se identifica por su color plateado o marrón oscuro con franjas negras verticales anchas, su hocico alargado y boca pequeña. El más longevo puede vivir hasta 17 años.
Los sargos o breados jóvenes nadan en parejas o en grupos pequeños y los adultos lo hacen en solitario. Buscan erizos, mejillones, anélidos y moluscos a los que muerden con sus mandíbulas y labios para alimentarse.
Los sargos reales se capturan en la pesca al brumeo con mejillones triturados o enteros como cebos. También se pueden emplear gambas peladas, anchoas, langostinos, sardinas y llámpares sin cáscara.
Los practicantes de la pesca deportiva le dedican poco tiempo a esta especie por la conducta irregular del pez. No obstante, en los últimos años ha recobrado importancia en el surfcasting, especialmente en las playas rocosas.
En la pesca de espera de breados se utilizan cañas grandes y fuertes con un aparejo de fondo con plomo corredizo y un bajo de línea delgado.
Esta especie se reproduce desde enero hasta abril, por lo que los juveniles se encuentran con mayor frecuencia en los fondos de rocas entre mayo y junio. Su conducta es esquiva.
Su carne es agradable y aporta un valor nutritivo de 435 kJ/104 Kcal con vitaminas, minerales y proteínas. En el mercado se vende el kilo a 36,60 euros.